top of page

Mi sombra y mi piel, todo y nada. Dentro de mí, respira.

  • Anónimo.
  • 29 abr 2015
  • 2 Min. de lectura

Logo.png

A mi lado.

Las ultimas anotaciones de aquel cuaderno que hice mío, que hice nuestro.

No sé, por qué esa insistencia de mentirnos tan felizmente a la cara, tan infelices, tan jodidos. Acostados en la cama uno al lado del otro, fumando un cigarro. Yo deseando ser humo y danzar en el mundo, tú triturando mi libertad para consumirlas en cada cigarro nocturno.

Jamás íbamos a ser eternos, ni siquiera una pizca, ni siquiera un momento.

Ahora recuerdo por qué dejé de escribirnos. Preferí mantenernos en cuatro renglones, cuando todavía te amaba, cuando todavía te echaba de menos. No es casualidad la ausencia de fecha, así puedo imponerme una felicidad ficticia, una más prolongada.

Qué manera de querernos sofocar la vida, ahogar nuestras soledades en gritos y risas. Aferrarnos a no salir, no regresar. Quedarnos en el tumulto de emociones contradictorias, olvidar, cohabitarnos mutuamente, ser uno solo, creer ser uno solo.

¿Por qué decidimos no ser felices? A infligirte una tristeza tan profunda, gritarte a la cara cuanto me detenías, cuanto me empobrecías.

Me convertí, nos convertimos en seres viscerales, oscilando en la nada de algo que ya no existía y que quizá jamás existió, sin entregarnos; siendo un infierno.

Nos vemos aún sabiendo que no hay futuro, no nos merecemos, no merecemos esto. Te libero de mí, anda ve. Mereces algo mejor que esta extranjera permanente, mereces a alguien dispuesta a caminar y no alguien que quiera seguir volando. Merezco algo mejor.

Ya no puedo seguir atada, ya no puedo seguir… Al final solo somos la suma de nuestras infinitas indiferencias, de todo lo reprimido; sin ser, sin experimentar. Viviendo por vivir, aparentando ser todo lo que fuimos y no fuimos.

Tenemos que dejarnos ir, no quiero seguirte mirando como si tuviéramos una enfermedad terminal. Sé feliz.


 
 
 

Comments


bottom of page